
Zona de confort, tu gran archienemiga. ¡No lo pienses más Actúa!
"No consigo mejorar mis marcas". "Intento ser más rápido, pero no puedo". "Me canso enseguida, no tengo resistencia". ¿Te suenan estas frases? ¿Las has escuchado alguna vez? ¿Eres tú, quizás, el que las haya formulado?
En esto del running, como en cualquier deporte o circunstancia que se presenta en nuestra vida, nos sentimos más satisfechos cuando conseguimos superar un obstáculo, una meta u objetivo previsto.
Nos gusta mejorar, nos gusta batir marcas, nos gusta ser más rápidos, más resistentes, más fuertes... Y sí, no solo deportivamente hablando. Pero para alcanzar el éxito, por denominarlo de algún modo, te recomiendo algo que te servirá a lo largo de tu vida: sal de tu zona de confort.
La zona de confort es tu archienemigo. Para que lo entiendas, Batman vs Joker, Spider-Man vs Duende Verde, Superman vs Lex Luthor, Thor vs Loki, tú vs la zona de confort.
Tomado de: www.palabraderunner.com
¿Qué es la zona de confort?
Un ejemplo de zona de confort sería salir a correr 5 km 2-3 veces por semana, sin modificar la distancia o el modo de recorrerla. Otro ejemplo: en el gimnasio, tus rutinas de fuerza son siempre las mismas y entrenas los mismos días cada semana. Esto es sinónimo de bienestar, de no fatigar demasiado el cuerpo y sentirse a gusto con uno mismo.

"Si estoy feliz así, ¿por qué narices tendría que salir de mi zona de confort?" A corto plazo, estarás bien. Pero a largo plazo dejarás de ver resultados o querrás plantearte ciertos objetivos. A todos nos pasa, créeme. Ese afán de superación personal, esa motivación al ver a los demás cumplir logros y expectativas, ese estado que nos dice que avancemos, que debemos ser mejores cada vez...
Si algo me ha enseñado el cuerpo, es que es sabio. Es tan listo que prefiere la comodidad y los placeres antes que la novedad y estar fatigado. Se entiende, por un lado. Pero luego está la cabeza, esa que nos recuerda que para progresar hay que variar, que hay que encontrar otro estimulo que nos permita avanzar adecuadamente.
Si algo funciona, es mejor no cambiarlo. La idea es encontrar un estímulo diferente donde haga falta, donde realmente pueda servir y ser necesario.
¿Qué te aporta salir de tu zona de confort?
Lo primero, conocimiento sobre ti mismo. Te ayudará a eliminar errores, a buscar esos fallos que te impiden cumplir tu cometido. La búsqueda de novedad es algo que genera buenas sensaciones, eliminando esa rutina que al final te acabará agotando física y mentalmente.

Tu autoconfianza mejorará mucho. A mí me gusta tener miedo a algo de lo que creo que no voy a ser capaz de hacer. Luego lo hago, pienso en todo ese miedo, veo que lo he superado y, en fin, hay que vivir esa sensación de satisfacción...
Empiezas a cambiar tu forma de pensar, a tener una mentalidad mucho más positiva, más agradable y eficiente. Te ayudará a estar motivado, algo en lo que creo firmemente para poder entrenar en condiciones. El rendimiento mental es algo desaprovechado por muchos, y podría ser un gran error... tiene mucho potencial, y no le prestamos la suficiente atención.
Quiero salir de esa zona de confort, ¿qué hago?
Para ello deberás olvidarte de los miedos, las inseguridades... tendrás que empezar a pensar diferente, a plantearte nuevas reflexiones sobre tus entrenamientos, tu día a día.

No caigas en el error de creer que no vas a poder hacerlo porque puede resultar costoso y complicado. No limites todas tus capacidades, todas tus posibilidades de poder llegar mucho más lejos de lo que puedes vislumbrar. Lo difícil no es empezar un reto con más nivel de exigencia, lo difícil es mantenerlo y querer seguir avanzando con nuevos retos más complejos.
¿Buscas ser más rápido? Cambia el estímulo de correr grandes distancias a ritmos suaves o moderados. Realiza otro tipo de entrenamientos de vez en cuando, más cortos pero más intensos. ¿Quieres ser más resistente? Aumenta el tiempo de carrera o recorre distancias cada vez más largas... (el trabajo de fuerza puede ser un buen aliado para complementar).
Recapitulando, sentirte a gusto con tus entrenamientos es el principal factor para continuar en el tiempo. Pero los estímulos de mismos entrenamientos nos conducirán al estancamiento, al no progreso. Tu cuerpo se acostumbra y no reacciona, no prospera.
Así que desde ya te digo, desde la comodidad de mi silla y el café que estoy tomando, sal de la zona de confort, pero hazlo ya. No te lo pienses más, porque cuanto más te lo pienses, más tardarás, y menos posibilidades alcanzar el "éxito" tendrás.
Visualiza tu rutina, ¿te funciona? Sigue con ella. Quizás en un futuro te toque cambiar, te lo aseguro. Huye de tu propia desconfianza y, lo más importante de todo, ¡hazlo posible!
25 pasos para salir de tu zona de confort
En psicología la zona de confort se refiere a un estado mental donde la persona utiliza conductas de evitación del miedo y la ansiedad en su vida diaria, utilizando un comportamiento rutinario para conseguir un rendimiento constante sin asumir ningún riesgo, es decir, con el "piloto automático".
Es un espacio personal compuesto de estrategias y actitudes que utilizamos a menudo y con las que nos sentimos confortables, instalándose en nuestra manera de actuar porque nos sentimos seguros.
Es una zona que sólo abarca lo conocido, ese ambiente donde estamos a gusto y nos hace sentir seguros porque todo está bajo nuestro control, pero la pasividad y la rutina provoca apatía y vacío existencial, impidiendo el crecimiento personal al renunciar a tomar iniciativas que ensanchen los límites de esa zona.
El bienestar que se siente no es producto de la satisfacción o el orgullo personal, sino de la ausencia de emociones negativas como la incertidumbre o la inseguridad al refugiarnos en nuestro entorno conocido.
La zona de confort también es trabajar en algo simple en un entorno seguro sin querer promocionarse, o mantener una relación que da seguridad a pesar de estar a disgusto.

Tomado de: prevencionar.com