Salvar el mundo a través del Diseño

03.10.2019

El diseño se ha transformado. Ya no responde sólo a parámetros estéticos, sino a la sostenibilidad de estos .

La construcción de un edificio verde requiere una serie de pautas en el proceso constructivo. En este caso Luciano Pia diseño un Edificio incorporando la vegetación a su proyecto . el proyecto del edificio "25 Verde" con una idea primordial en la mente, la necesidad de vivir la sensación de una casa árbol. Fuente Espacio sustentable

Con la necesidad de integrar la sostenibilidad a todas las áreas de vida nos encontramos en el cierre de esta Semana de la Construcción Civil con el Impacto en el Diseño. Como de costumbre en ATEmprendedores invertimos nuestro tiempo en investigar y conseguir las tendencias y lo último de cada tema, logrando un artículo que nos permite identificar a través de dos portales Espacio Sustentable y Futuro Sostenible un conglomerado ideal para nuestro objetivo de hoy que no es más que rescatar la necesidad de despertar el deseo del cambio, lo cual no implica que las cosas sean poco agradables a la vista o mucho menos aburridas, al contrario, podemos diseñar y crear proyectos Geniales, Económicos, Innovadores y que ayuden al Planeta sólo siendo conscientes de nuestro Impacto en él. 

Vegetación entrelazada con la Estructura

En el artículo de de Mariana Perez se destaca como una fachada  insinúa la sensación de una casa árbol. Este es un ejemplo de arquitectura verde cuyo edificio acoge a 150 árboles de hoja caduca, que dejan caer sus hojas en el invierno para permitir aprovechar la luz solar con sus innumerables ventajas en esos inviernos fríos. Viviendas diseñados con terrazas que albergan y soportan grandes macetas proporcionando complementos naturales a la envolvente del edificio, esto es lo que se logró con el Proyecto 25 Verde.


Una construcción verde que alberga en sus zonas comunes patios llenos de árboles, plantas, estanques proporcionando a los residentes zonas de descanso, paz, salud y conexión continua con el exterior.  Como todo arte puede tener adeptos y/o detractores, ¿de qué lado estás tú?.

¿Cómo pretende el diseño salvar el mundo?

El diseño se ha transformado. Ya no responde sólo a parámetros estéticos, sino que la sostenibilidad se ha hecho un hueco para convertirse en una característica intrínseca del mismo. Las nuevas tendencias aúnan belleza con materiales respetuosos con el medio ambiente y un mínimo uso de estos. Ya no es suficiente con dotar de una apariencia atractiva a cualquier objeto, ahora debe dejar la menor huella posible en el ecosistema.

 Según el artículo de adaptación de Andrea velazco estos son solo algunos ejemplos de cómo se está produciendo un cambio de paradigma a través de los elementos estéticos que forman parte del día a día de los ciudadanos. Como hemos visto, la innovación dentro del diseño ya no se concibe si no va de la mano de la sostenibilidad.

Quizás su reflejo más evidente se aprecia en la arquitectura, donde, desde hace años, se está trabajando a favor de la eficiencia energética a través de soluciones inteligentes. Los edificios inteligentes se comportan, cada vez más, como seres vivos capaces de adaptarse a su entorno. Un buen ejemplo de ello es el rascacielos giratorio de Dubái, que rota hasta dar con la mejor orientación que le permita obtener el máximo aprovechamiento de luz y calor. La arquitectura verde optimiza los recursos naturales para minimizar su impacto ambiental a través de fachadas cubiertas de vegetación y materiales naturales, como la madera o aislantes térmicos, que buscan su integración en el planeta.

Pero no hay arquitectura medioambiental sin un diseño urbanístico en consonancia. Vitoria es considerada un modelo de urbe sostenible, la creación de un anillo verde a lo largo de la ciudad, para recuperar el valor social y ecológico de ese espacio, le valió ser declarada Capital Verde Europea en 2012. El Ayuntamiento de la localidad vasca transformó, además, una zona degradada de la ciudad de 800 metros cuadrados en un parque infantil, el Plaza Green Capital, construido siguiendo criterios de sostenibilidad de manera que será capaz de reducir su impacto medioambiental en un 56% a lo largo de todo su ciclo vital.

El diseño del mobiliario urbano es una de las puntas de lanza de esta corriente sostenible que forma parte de la cotidianeidad de las personas. Otro ejemplo de ello son las Paradas Solares Inteligentes desplegadas por el Área Metropolitana de Barcelona, que cuentan con un sistema innovador de información al usuario en tiempo real que no supone ningún coste energético, ya que se alimentan de energía solar; o los bancos y papeleras de madera diseñados por la empresa Sintala Design fabricados a partir de ramas caídas y demás residuos vegetales recogidos por los ayuntamientos.

Sostenibilidad apenas visible

La sostenibilidad se centra también en aquellos artículos de menor tamaño e importancia que, sin embargo, abrazan una estética muy estudiada, como son el vino, los envases de bebida o los productos de aseo, por citar algunos. "El eco-packaging es aquél que utiliza la mínima expresión de material, siendo éste monomaterial, es decir, no junta materiales" para facilitar al consumidor final el reciclaje del mismo, señala Eva Minguella, diseñadora y directora del Máster de Packaging en ELISAVA.


Todo diseño sostenible ha de cumplir con alguna de las tres R. "Reducir, reutilizar y reciclar, evitando que el producto vaya a la basura dándole una segunda vida", afirma Eva Minguella. Porque, además de utilizar el mínimo material necesario y el menos dañino para el medio ambiente, el diseño sostenible también pretende aumentar el tiempo de vida útil de un producto, por ejemplo, convirtiéndolo en otro al finalizar su principal objetivo.

Hacia la reutilización se dirige la última tendencia en decoración, que busca el minimalismo y la mezcla de estilos. El uso de muebles y objetos antiguos fomenta la artesanía tradicional, que reclama la imperfección, evitando los procesos químicos que aportan un acabado perfecto a los productos.

De hecho, la moda vintage, que recupera prendas en desuso, ha hecho mucho en este sentido. Esta corriente saca del baúl aquellas prendas y accesorios, que han sobrevivido al menos 20 años, para convertirlos en unos clásicos muy preciados. Un respiro necesario para el planeta, pues según el Instituto Nacional de Estadística, cada habitante genera una media de 466 Kg de desechos sólo en un año.


La responsabilidad de la sostenibilidad depende de muchos actores: de la compañía, del diseñador, de los ingenieros y del consumidor . 

Eva Minguella