Consumo Colaborativo

20.06.2019

El sentimiento de comunidad ha vuelto a cobrar importancia después de décadas de individualismo y se ha renovado la idea de bien común y el concepto de sostenibilidad

Tomando un extracto del articulo de Mireia More de la web IEBS, podemos decir que  Gracias a Internet y las redes sociales, es mucho más fácil encontrar a personas que necesiten el coche que no usamos, que quieran alquilar nuestra habitación, o que quieran compartir gastos del wifi con nosotros.

Pero, ¿Qué es el Consumo Colaborativo?, de ¿Donde surge?, y ¿Cuál es su fin?.  es la actividad de compartir o intercambiar bienes y servicios entre particulares, normalmente a cambio de una compensación.

La idea principal de una economía colaborativa, es que el acceso vence ante la propiedad, y esta idea supone un cambio tanto en los hábitos de cada persona, como a nivel económico y cultural de la sociedad. Dejamos de lado, por tanto, una cultura basada en el consumo individualizado para pasar a un modelo de consumo basado en intercambios a través de redes sociales o de plataformas peer-to-peer.

Según More, para los defensores de los nuevos modelos sostenibles son lo único que pueden sacar al planeta de la profunda crisis que sufre. A continuación detallan las claves para conocer mejor esta tendencia y entender por qué ha cobrado tanta fuerza:

  • Renovada creencia en la importancia de la comunidad. La dicotomía entre vendedor y cliente se está rompiendo para dejar paso a un intercambio de igual a igual donde ambas partes salen beneficiadas. Para ello, es imprescindible el respeto y la confianza en los demás.
  • Cambios en nuestro comportamiento a raíz de las redes sociales y de las tecnologías a tiempo real. La costumbre de compartir online mediante las redes sociales se ha empezado a extrapolar, y ahora también compartimos offline o en «la vida real». De la misma manera en que retuiteamos y enlazamos contenidos en Facebook, también nos animamos a visitar una ciudad junto a una persona local con quien hemos contactado por Internet para que nos guíe en nuestro viaje.
  • Mayor concienciación por la destrucción del medio ambiente y la conservación de recursos naturales. Ahora los consumidores se sienten responsables de su entorno, y ya no permiten que una empresa produzca de manera incontrolada, una mentalidad que va muy ligada al nuevo concepto de Responsabilidad Social Corporativa
  • Diversidad de empresas que lo utilizan. Si pensamos en el tipo de negocios que emplean o se dedican al consumo colaborativo veremos que son de lo más dispares: existen desde grandes empresas que cotizan en bolsa, hasta pequeños proyectos sin ánimo de lucro. En este punto cabe destacar que lo más interesante no solamente es que un modelo de negocio genere beneficios, sino que también tenga un impacto social positivo.
  • Cuestiones legales. Hay un desajuste en los modelos de negocio de consumo colaborativo debido a que no existe una fiscalidad específica para este tipo de actividades. Por ello, según los expertos se está empleando un exceso de regulación, que puede atentar contra la libertad y la responsabilidad individual.
  • Transformación económica. Si tenemos en cuenta el volumen de crecimiento, en 15 o 20 años la economía colaborativa será una de las tendencias económicas más importantes y que puede ser una clave de transformación. El cambio no se hará esperar: en 2020, se calcula que el 40% de la población de Estados Unidos será freelance y vivirá de la economía colaborativa.

El consumo colaborativo tiene según Ana Cabello de Economipedia varias ventajas:

  • Optimización de recursos: Podemos dar salida a bienes que antes no se utilizaban o que no tenían un uso al 100%
  • Mayor oferta para el consumidor final: El consumidor se encuentra con una oferta más amplia entre lo que ofrecen los comercios tradicionales y lo que ofrece la economía colaborativa. Puede hacer una comparativa más amplia en calidades y precios.
  • Ahorro: Gracias a la oferta de bienes y servicios de segunda mano, los consumidores acceden a unos precios inferiores que los del mercado, lo que les permite ahorrar. En tiempos de crisis económica, esta ventaja fue clave para la proliferación del consumo colaborativo.
  • Generar un ecosistema basado en el compromiso, la solidaridad y la generación de ideas: Estas ideas van de la mano de emprendedores con nuevos negocios, generando empleo, riqueza e innovación en nuestro tejido empresarial

Como también desventajas:

  • Falta de regulación legislativa y competencia desleal: Nos encontramos ante un sector sin regulación que da lugar a quejas y protestas de los sectores afectados, ya que consideran que se puede incurrir en competencia desleal porque no se puede ofrecer los servicios en las mismas condiciones.
  • Desprotección del consumidor: El consumidor final no cuenta con garantías de la calidad del producto, o de que las personas con las que se está compartiendo, sean de confianza y no generen problemas. Son riesgos que se corren a cambio de un precio más bajo.

Para culminar More indica que hasta el momento, la mayoría de empresas se servía de la gallina de los huevos de oro. ¿Cómo hacer para que los clientes sigan comprando? Creando un sistema para que fuera necesario renovar los productos cada cierto tiempo, como ya puso de manifiesto el documental de RTVE Obsolescencia Programada. Esta práctica empresarial consiste en reducir deliberadamente la vida de un producto para incrementar el consumo, lo cual se traduce en consecuencias desastrosas para el medio ambiente y para la inflación. Con el consumo colaborativo, se pretende luchar contra esta mala praxis además de conseguir mejores sociales y ecológicas. 

Serán precisamente los emprendedores como Nootros ( como Ustedes y Nosotros) y autónomos los que cogerán las riendas de esta nueva economía alejada del mantra comprar-tirar-comprar.


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